"Yo abrazo, delicia pura, tu cara desconocida, idéntica a mi alma."
Marguerite Yourcenar
Llegadas estas fechas, nos ronda la temible tentación de hacer balance del año que acaba, por lo general cualitativo -el cuantitativo mejor lo dejamos a economistas, banqueros y gente sin corazón-. Pero, si quisiéramos cuantificar lo cualitativo ¿cómo lo haríamos?. Por ejemplo: ¿Cuántos besos y abrazos he dado este año?, ¿Cuántos he recibido?, ¿de qué tipos y calidades?, ¿el saldo ha resultado positivo o negativo?
Mientras trato de recordar el oportuno abrazo que me devolvió el calor, o aquel beso con sabor a menta, os dedico estos.
Abrazos y besos de amor y lucha, de larga espera, a veces, recompensada. Fraternales, insurrectos, discretos o exultantes, íntimos o desafiantes. Abrazos y besos que hacen posible la unión inmaterial de dos almas, aunque más tarde descubramos, que no eran idénticas .
¡FELICES Y CUALITATIVOS BESOS Y ABRAZOS!