sábado, 20 de julio de 2013

Feliz desvelo.

"Siempre acabamos llegando a donde nos esperan".

José Saramago



           "Por tu amor me duele el aire". Javier Ruibal  (Poema de Federico García Lorca).


En uno de mis desvelos del pasado invierno sintonicé esta canción de Javier Ruibal en un programa de radio. Me pareció una delicia que solo pude saborear a medias ya que la lucecita del despertador anunciaba que quedaban menos de dos horas para ponernos en acción. Deseé tanto poder escucharla al despertar en medio de una noche de verano, sin apremio ni límites, que el deseo se hizo realidad. Creo que no hace falta precisar que el verano tardó en llegar cinco meses, cumpliendo con su ciclo astronómico invariable, indiferente a mis deseos, ni tampoco, que algunas de las causas que originaron mis desvelos siguen ahí aunque en "modo letargo". Como diría mi profesor de matemáticas del instituto: "Esta información es prescindible y despreciable".

Curiosamente, desde que inicié mis vacaciones no he sufrido ningún desvelo así que esta noche postergo el sueño voluntariamente y me regalo esta canción, por el nada prescindible ni despreciable motivo de que celebro mi cumpleaños.

¡Feliz desvelo!



8 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias. Ambicioso deseo... me plantearé lo de la felicidad por días, incluso por ratillos.

      Besos.

      Eliminar
  2. También formamos parte de esa "Información Prescindible y Despreciable" Creo que en esencia, sería como esos pequeños átomos que forman moléculas, que dan forma a seres unicelulares... y así... ¡Pero qué digo!
    El estado de duermevela, es un estado que aprecio bastante: Cierta vez, cuando tendría nueve o diez años, y en ese estado de duermevela, me dije si no sería posible, ante la carencia de felicitaciones cercanas por mi cumpleaños, que alguien desconocido me enviase una simple postal, con esa felicitación. Dicho y hecho. Me levanté, compré una postal, sobre y sello, y me escribí mi propio deseo. Un día, o tal vez dos más tarde, llegó a mí esa tan esperada postal.

    Entonces esto de Internet, no existía aún... ¿ O si?

    Besos y feliz vida siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si me apuras, Rafa él, en este texto lo más importante es la información prescindible y despreciable... los deseos, los proyectos, se cumplirán o no dependiendo de lo que estés dispuesto a esperar, del tiempo y esfuerzo que les dediques e incluso en ocasiones, ni así.

      Desconocía lo de la postal, lo tendremos en cuenta para el próximo cumpleaños: postal con deseos individuales y colectivos sobre fondo de color cálido. Yo, ya sabes, también "recibo postales desde mi infancia".

      Besos...y que tú la veas.

      Eliminar
  3. Mi amado Saramago, que cita más soberbia. Anotada queda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se le echa de menos, ahora sería tan necesario...como siempre.

      Besos.

      Eliminar
  4. Aunque te felicité en su momento, o en el mío, más bien, pasaba por aquí, como Aute, y pensé, voy a enviarle un mensaje estimulante, reconfortante como una taza de colacao bien calentito. Pero ¡ay!, el recuerdo de Saramago, su ausencia, que me lleva a otras ausencias más cercanas e igualmente irreversibles, me ha dejado tan mustia como el poso de una tisana que alguien me dio y estoy tomando, tibia e insípida, en un acto compensatorio que no sé muy bien a quién beneficia. En fin, mañana, que es hoy, el día y yo seremos otras.
    Seguro que lleva tila, la tisana, digo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Será telepatía genética o el conocimiento mutuo, o sincronía humana o la simple casualidad, pero de ausencias irá lo próximo que se lea por aquí, si logro pulsar las teclas adecuadas, que esa es otra.

      Tila dices, pero ¿cómo se te ocurre?

      Eliminar