viernes, 27 de abril de 2012

Nana para un niño grande.

"El corazón,
que tenía en la escuela
donde estuvo pintada
la cartilla primera,
¿Está en ti,
noche negra?

(Frío, frío,
como el agua
del río.)"

Federico García Lorca


Reviso los armarios, pero nada, prácticamente toda la ropa del año pasado le queda pequeña; también los juguetes, los libros, las canciones y las respuestas..."Eso es de bebés", dice mientras deja caer la mano en un gesto de desdén aprendido y algo teatral.

Con un niño todo es nuevo: ropa, juguetes, libros, canciones y preguntas; requiere un esfuerzo de renovación constante, de presente eternamente renovado. Mientras crece, todo se queda pequeño; el presente se convierte en pasado sin tiempo de preguntarse ¿dónde está?


¡Felicidades Pablo! Esta nana es para ti. No, no es para bebés, es para niños grandes. Como tú.

"Nani, nani" (Música sefardí). Ensemble Antequera


sábado, 21 de abril de 2012

Leer... y otras revoluciones.

"Hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura, se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están allí es para que podamos llegar a la otra margen, la otra margen es lo que importa."

La caverna. José Saramago



Ruth Orkin (1947)


El aprendizaje de la lectura podemos considerarlo como una auténtica revolución si por revolución entendemos la transformación del pasado más inmediato o la de nosotros mismos. La lectura no es inherente al cerebro humano por lo que requiere un proceso de aprendizaje y automatización; estamos preparados para hablar y comprender mensajes orales, no para leer, pero nos revelamos ante este hecho porque tenemos memoria y la voluntad necesaria para transformar lo que pensamos o sentimos en algo físico y tangible, en algo perdurable que nos conduzca a un mayor enriquecimiento personal, nos lleve a adquirir nuevos conocimientos y a comprender otras realidades.

La lectura nos hace más individuales y a la vez, más sociales, pero sobre todo más libres. Valga un ejemplo.

Recientemente, mi hijo trajo del colegio una invitación para una reunión sin trascendencia a la que no teníamos intención de acudir. Él sí tenía interés, ya que nuestra asistencia suponía que podría jugar a sus anchas y sin supervisión de ningún adulto en el patio del colegio. Así que leímos la nota haciendo una interpretación lo más sesgada y ajustada a nuestros intereses, y la dejamos sobre la mesa. Pocos segundos después, Pablo la leía con una aceptable fluidez y una excelente comprensión lectora: "Pues aquí no pone eso"-dijo.

Estamos perdidos- pensamos sin ocultar la risa-. Afortunadamente perdidos.


domingo, 8 de abril de 2012

Contrastes

Un solo día lejos de la rutina te muestra una infinita gama de contrastes que en el día a día aparecen atenuados o diluídos, reconocidos y asumidos. 

Es posible que no lleguemos a entender la verdadera dimensión de lo que nos sucede sin un significativo contraste. De esta manera, la luz más necesaria llega a ser dolorosa en medio de la oscuridad absoluta; la soledad, se vuelve desesperante después de la amistad o el amor e incluso podemos sentir, en un momento de plena alegría, ese viejo aire helado que se instala dentro cuando la caprichosa memoria, sin aviso, nos revela una verdad, un recuerdo o una ausencia...

Y también el invierno, tan difícil de soportar esta primavera.


Cerezos en flor  (Sierra Mágina)