jueves, 18 de agosto de 2011

Subterfugio VII: Transparencia


“Sumérgete en la hondura.

Allí,

en el fondo,


está la transparencia.”


Dulce Chacón



Lo primero que vi al llegar al río, junto a la arboleda, fue un cartel en el que se leía "Paseo de la voz dormida", seguido de estos versos de Dulce Chacón. Había visitado Castril unos años antes pero no recuerdo el cartel ni ninguna de las palabras en él escritas, lo que me reafirma en la idea de que todo está ahí, siempre, pero no lo descubrimos hasta que estamos suficientemente preparados; mientras tanto, permanece invisible.

El hallazgo me produce desconcierto; sólo unas semanas atrás acababa de leer la novela "La voz dormida", en la que según palabras de la autora "tuve que hacer de tamiz para suavizar la historia, porque la ficción no soporta tanto horror". Continúo leyendo los versos; como he olvidado el cuaderno de notas trato de memorizarlos. A medida que los leo siento la necesidad de sumergirme en el agua, aquí, ahora mismo. Poco a poco el aluvión de estímulos de la exuberante mañana de agosto se atenúa al ritmo en que gano profundidad, aunque no demasiada, enseguida encuentro una transparencia que me atrevería a decir llevaba un tiempo esperando. Observo un evidente desorden en el que conviven cierta precipitación y excesiva mesura: el botón de una camisa que tiende a desprenderse, un lapicero sin punta, una manzana intacta, un libro a medio leer marcado en el capítulo 35. También percibo un silencio denso de cuyo peso me desprendo en la breve ascensión, y de nuevo el estrépito del agua en el lecho de piedra, voces indeterminadas de los turistas que visitan el paraje mezcladas con las conocidas y cercanas, la luz cegadora en el claro rodeado de álamos de hojas inquietas...

-¡Seguimos!

Una voz familiar me invita a proseguir nuestro camino sin reparar en mi respiración aún entrecortada, ni en las ultimas gotas de río que se evaporan desde mi piel.




Río Castril. Utopazzo






16 comentarios:

  1. He tropezado con tu blog y ha sido muy grato lo que he leido, me gusta.
    Me permitido el descaro de seguirte.
    Con respecto a la entrada, tienes tanta razón, muchas veces tenemos las cosas delante de nuestras narices y no somos capaces de verlas.
    Como dice el dicho.."Nunca es tarde si la dicha es buena"
    Un saludo, hasta siempre.
    Calima.

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  2. Agradezco el tropiezo y celebro tu "descaro".

    En efecto, nos cuesta ver las circunstancias de nuestra vida tal y como se nos presentan por la dificultad que entraña asomarse a ese fondo cubierto de sombras y hojarasca, o en ocasiones, por el reflejo de una luz excesiva que no nos permite ver más allá de la superficie. En otros casos, es tan evidente, que nos salpica en la cara para que reaccionemos; no resulta una tarea fácil, pero aquí estamos para aprender.

    Un saludo Calima (bonito nombre) ya saldré al encuentro de tu Camino.

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  3. "No fue culpa mía si aquella mañana me encontré con la belleza...".
    «Alexis o el tratado del inútil combate»
    Marguerite Yourcenar

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  4. A resultado tan refrescante que mientras leía tu texto me imaginaba con los pies dentro del río, hasta he pegado un respingo cuando he oído ese ¡seguimos!, he estado a punto de bañarme del todo en la novela,pero ni siquiera voy por el capitulo 35, porque aún no la he leído y me la regalaron hace tiempo. Creo que la tengo pendiente.

    Genial Ana, también has hecho unas vacaciones hacia adentro, las que habéis hecho al exterior las he podido ojear, las tuyas hacía el interior las he podido leer. Propongo que haya más vacaciones, para esos viajes u otros, la cosa es viajar aunque sea con un libro.

    Un abrazo a ver si quedamos la semana que viene y lo actualizamos.

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  5. No me parece inútil el combate que libra Alexis, además, ¿se puede hacer otra cosa cuando uno se topa con la luz, con la belleza...? Sin duda no es un camino donde fácilmente se encuentre la felicidad pero sí el único posible, por eso es poco frecuentado y al cabo resulta solitario.

    Desde la sorpresa...un abrazo.

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  6. Encarni, en todos los viajes se viaja en ambas direcciones, pero el segundo ha sido algo más introspectivo, los días largos y de agradable monotonía del campo lo propician.

    En cuanto al libro: ¡Léelo ya, a qué esperas! pero prepárate para pasar un mal rato, pese a la claridad y dulzura de Chacón.

    Que lo de quedar que sí, e intento arrastrar a la anónima.

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  7. Ana, bellísimo tapiz el que nos presentas... ¿como en tan sólo unas líneas y utilizando tan pocas palabras, se puede hacer un viaje casi iniciático -diria yo- hacia las profundidades del alma humana para en unos segundos volver a la superficie de nuestra cotidianidad?? Nos relatas, o más bien nos guías, a través de un mundo de sensaciones tan íntimo y a la vez tan universal que a medida que me sumerjo en él puedo sentir esa atracción irreprimible hacia el fondo, en busca de ese momento mágico y absolutamente placentero y efímero... me envuelve ese segundo de quietud... y afloro de nuevo a la realidad con esa sonrisa bobalicona del que cree haber descubierto al fín el misterio de la existencia...
    Utopazzo, tu óptica, una vez más, consigue captar el microsegundo exacto que transforma en especial y único, dotándolo de vida nuevamente, aquello que nos revela... acerco los dedos queriendo contener toda la fuerza de la naturaleza... el agua helada que, maliciosa, salpica mi cara me devuelve a la realidad...

    gracias a ambos...

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  8. Me ha gustado eso de que "todo está ahí, siempre, pero no lo descubrimos hasta que estamos suficientemente preparados", pues a veces he tenido esa sensación.

    Preciosa foto (¿fue antes o después del "accidente"?)

    Un besito ;)

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  9. Gracias Ángeles, ya ves...lo mismo me subo a un olivo que buceo hasta el fondo de un río; de la primera experiencia me han quedado marcas físicas que no sé si desaparecerán, además de no conseguir el objetivo. La segunda experiencia se trata de un proceso lento y largo (más o menos dura toda la vida) por el que todos pasamos incluso sin inmersión acuática y lo hacemos además de forma constante: después de leer un libro, tras una conversación o un viaje.

    "Como me pierdo en el corazón de algunos niños,
    me he perdido muchas veces por el mar.
    Ignorante del agua, voy buscando
    una muerte de luz que me consuma."

    Otra vez te dejo con Lorca (¡A ver si te "convierto"!).

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  10. A que sí Elena, aunque para mí más que una sensación es una certeza. Lo compruebo constantemente con mi hijo y los demás niños; paseamos por los lugares de siempre, en la ciudad, en el campo y de pronto descubre algo que estaba ahí desde hacía tiempo, con sorpresa y una sonora e interminable cascada de preguntas.

    La foto es del 2008, por tanto con la antigua cámara, después de otro percance en una piscina. De este año no tenemos foto del río Castril porque la estupenda cámara nueva se quedó sin batería en el momento más oportuno.

    Un besico.

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  11. La cámara que se queda sin batería justo en ese preciso instante (cuando nos estamos acercando a esa inmersión tan fabulosa); la cámara que se sumerge, justo cuando yo estoy saliendo... la búsqueda de esa inmersión consciente, inconsciente; la imagen de años atrás que te sirve como ilustración a lo acontecido años después... ese agua que casi puede tocar Ángeles (una foto más de tantas, sin pretensión alguna, aunque con el riesgo que corre cualquier elemento que aparezca cerca de mí) y el calor sofocante, el estrecho camino que nos lleva a un puente colgante, a un túnel y finalmente a un parque quasi artificial y la vuelta, que para alguien es un lento peregrinar y para otros, simplemente la reconquista de ese tiempo perdido y buscar en el fondo del agua aparentemente estancada, para tratar de ver un reflejo: del fondo, nada escapa.

    He tratado de ver el significado y lo que encontré fue una frase de Oscar Wilde: "La belleza es muy superior al genio. No necesita explicación"

    Besos!

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  12. Ya decía Heráclito que no puedes bañarte dos veces en el mismo rio, aunque sí que podemos tropezar varias veces en la misma piedra. Esta última frase es más cuestionable que la primera, ¿seguro que es la misma, idéntica piedra? Si tomamos como cierto lo primero, está claro que no.

    Por otro lado la frase de Wilde me ha recordado aquella escena de "Memorias de África" en la que los leones parecían disfrutar de la belleza de la música de Mozart, aunque no sea del todo cierto o aunque sólo haya existido en la película.

    http://www.goear.com/listen/bcd7b9c/concierto-para-clarinete-adagio-mozart

    Se me ha ido un rato y sólo he encontrado la música, ni rastro de la secuencia de los leones.

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  13. Prueba con éste...

    http://youtu.be/hD4nKN3pBCA

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  14. Gracias Utopazzo, porque entre todas las secuencias que vi ayer no estaba ésta, pero siguen sin aparecer los leones, ya dudo si eran leones o monos los que se acercaban a una gramola de la que salía la música de Mozart, o me lo he inventado? a veces me ocurre...

    Un besico.

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  15. ANA

    eran traviesos y curiosos chimpacés... gran película... excelente banda sonora y magnífica historia de amor... una de mis escenas favoritas del cine es esa en la que Dennis deja caer agua con una jofaina sobre la melena enjabonada de la condesa... sublime...

    http://youtu.be/6LCaQZHpQ-E



    besos y versos desde la sabana...

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  16. Los chimpancés se siente atraídos casi por cualquier cosa, me parecía mejor la idea de libres e indómitos leones dejándose capturar por el genio de Mozart. Lo que decía, me invento cosas, por lo demás: ¡Perfecto!

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